La actividad física regular puede ayudarte a vivir más tiempo. Hacer ejercicio en el gimnasio podría potenciar este efecto.
Todos sabemos que la actividad física es clave para vivir más y con más salud. Se ha comprobado que la actividad física regular reduce el riesgo de mortalidad prematura en aproximadamente un 25 %. Ahora, un estudio exhaustivo refuerza el valor del ejercicio, a la vez que destaca la importancia de la conexión social para mejorar el bienestar y prevenir la muerte prematura.
Los hallazgos surgen después de que los investigadores exploraran cómo una amplia variedad de factores ambientales y genéticos influyen en el proceso de envejecimiento, el riesgo de enfermedades y la mortalidad. Al extraer datos extensos de una base de datos biomédica de más de medio millón de personas, los científicos descubrieron:
- Los factores ambientales como la cantidad de conexión social, la actividad física y los niveles de estrés tienen un impacto significativo en el riesgo de mortalidad.
- Factores del estilo de vida como la actividad física, ir al gimnasio y vivir en pareja también tienen un impacto significativo en la reducción del riesgo de mortalidad.
- Los factores ambientales pueden mitigar el riesgo de enfermedades en diversos grados. Por ejemplo, enfermedades como las hepáticas, las pulmonares y la diabetes están estrechamente relacionadas con factores ambientales o de estilo de vida (mientras que otras enfermedades, como el cáncer de mama y el párkinson, se ven más afectadas por la genética).
Aquellos que tienen una membresía en un gimnasio son 14 veces más activos que aquellos que no la tienen.
Bryce Hastings, director de investigación de Les Mills, afirma que esta información es fundamental para ayudarte a crear un estilo de vida que te mantenga sano por más tiempo. «Resalta los beneficios holísticos asociados al entrenamiento en un gimnasio». En particular, una mayor propensión al ejercicio: quienes tienen una membresía de gimnasio son 14 veces más activos que quienes no. «Cuando haces ejercicio en compañía, realmente es una triple defensa contra las enfermedades», afirma Hastings. «Obtienes todos los beneficios fisiológicos del ejercicio, la conexión social y mejoras en la salud mental y el bienestar… Todos factores clave que contribuyen a una vida más larga y saludable».
El fascinante vínculo entre la conexión social y la salud física
Cuando las personas se aíslan socialmente, tienden a presentar mayores niveles de inflamación celular y respuestas inmunitarias más débiles. Esta podría ser la razón por la que la soledad es un factor de riesgo conocido de muerte prematura. Un análisis previo de 148 estudios con 300.000 personas reveló que la soledad se asocia con un aumento del 50 % en la mortalidad por cualquier causa. Sentirse solo se relaciona con un aumento del 29 % en el riesgo de enfermedades cardíacas, un aumento del 32 % en el riesgo de accidente cerebrovascular y un aumento del 50 % en el riesgo de demencia en adultos mayores. La falta de conexión social también puede aumentar la susceptibilidad a virus y enfermedades respiratorias. En resumen, sea cual sea la dolencia que padezca una persona, la soledad puede agravar el sufrimiento y dificultar la recuperación.
La epidemia de la soledad: ¿existe realmente?
A pesar de que la tecnología facilita más que nunca las conexiones, la soledad y el aislamiento representan graves amenazas para nuestra salud y bienestar. Actualmente, estamos presenciando niveles de aislamiento y soledad sin precedentes, y las generaciones más jóvenes pasan un 70 % menos de tiempo con amigos que hace una década.
Los expertos han expresado su alarma por el devastador impacto, señalando que la soledad es tan mortal como el tabaquismo y potencialmente más peligrosa que la COVID-19, el cáncer y las enfermedades cardíacas. En un informe de 2023 , el Dr. Vivek Murthy, Director General de Salud Pública de Estados Unidos, afirmó que el impacto de la soledad es similar al de fumar hasta 15 cigarrillos al día.
Un año antes, investigadores preguntaron a las personas qué tan cerca se sentían emocionalmente de los demás. Solo el 39% de los adultos en los Estados Unidos dijo sentirse muy conectado con los demás; en Francia, el número fue del 34%; en Brasil, el número se desplomó a un impactante 23%. Las investigaciones muestran que aproximadamente la mitad de los adultos estadounidenses experimentan soledad, y algunas de las tasas más altas de soledad se encuentran entre los adultos jóvenes. Un estudio muestra que las tasas de soledad entre los jóvenes aumentaron cada año entre 1976 y 2019. Los adultos jóvenes ahora tienen casi el doble de probabilidades de reportar sentirse solos que los mayores de 65 años. Casi dos tercios de los estudiantes universitarios reportan sentirse solos , una estadística sorprendente considerando que estos jóvenes pasan tiempo en entornos universitarios vibrantes y a menudo viven en residencias estudiantiles con otros.
¿Qué se puede hacer?
La industria del fitness se encuentra en una posición privilegiada para impulsar el cambio. Existe amplia evidencia de que entrenar en compañía es una forma eficaz de crear conexiones sociales y reducir eficazmente el aislamiento social y la soledad.
También sabemos que entrenar en grupo es muy motivador, y quienes entrenan en grupo tienen una alta probabilidad de mantener sus hábitos. Además, las investigaciones demuestran que quienes entrenan en grupo obtienen resultados significativamente mejores en términos de reducción del estrés y mejor calidad de vida física, mental y emocional.
“Las tendencias recientes sugieren que uno de los principales objetivos del ejercicio es aliviar el estrés y sentirse mejor mentalmente”, afirma Hastings. “Combinar los beneficios del ejercicio para el bienestar mental con la conexión social potencia enormemente este efecto”.
Parece que cuantas más personas descubren los beneficios del entrenamiento en grupo que cambian la vida, mayor potencial tenemos para vivir vidas más largas, más saludables y más felices.